Publicado en Alba Garcia     29 de diciembre de 2017

2017

¡Hola!

¿Cómo va todo? Yo bien, disfrutando de las fiestas todo posible y volviendo a trotar tras varias semanas con un dolor en el tobillo, aunque realmente aun no ha desaparecido del todo.

Llega el fin de 2017 y, como para casi todo el mundo, es momento de analizar lo que ha sido y plantearse metas para el nuevo año. Algunas veces, tomar decisiones da un poco de vértigo, pero creo que, cuando las tomamos, es bueno hacerlo con convicción y ganas de mejorar.

Para mí, este año ha sido de estabilidad en lo que a salud se refiere, y de cambios en el trabajo. ¡No está mal! Porque, aunque suene a tópico, la salud es siempre lo más y único importante.

Hace tiempo que la vida me obligó a que el atletismo pasara a ser de nuevo un hobby y no mi profesión, pero este 2017 he dado un paso más. Tras dos años dirigiendo la escuela de atletismo del Club de Campo La Fresneda, he decidido dejarlo para intentar adentrarme en el ámbito laboral más allá del atletismo, como atleta y como entrenadora. Ha sido una decisión costosa por varios motivos, y no puedo estar más que agradecida a todas las personas que dirigen el club, encabezados por la gente de NO-KO.

Ahora, soy consciente de que me he lanzado al vacío en busca de un trabajo que me llene, en algo en lo que pueda aplicar todo lo que el deporte me ha enseñado junto con los conocimientos que mi licenciatura en Admón. y Dirección de Empresas me ha proporcionado.

Mientras el trabajo estable llega, sigo tomando decisiones en el lado deportivo. Porque el decidir que el atletismo no sea el principal motor de mi vida no significa que lo vaya a dejar, ni mucho menos. Simplemente lo compaginaré con el trabajo, como llevo haciendo durante estos dos últimos años.

En la parte positiva, este 2017 he corrido un campeonato de España de cross, algo que creí que nunca volvería a hacer, y una media maratón, aunque no en las mejores condiciones. Nos habíamos marcado (Paco y yo) final de año para ver si preparábamos algún maratón de primavera y la decisión, desgraciadamente, no ha podido ser más fácil: no lo haremos. Debemos esperar a acumular varias semanas de entrenamiento antes de comenzar con un plan tan exigente. Ya lo tengo asimilado, es parte del deporte, pero reconozco que en verano hice un gran esfuerzo porque mi cuerpo volviera a parecerse al de una atleta, y estaba bastante en forma para la época del año en la que estábamos. Por eso, esta lesión ha supuesto un esfuerzo psicológico importante. Porque volvía a creer que podía, e invertí las pocas fuerzas que me quedaban en conseguirlo. Como siempre, nos lamentamos sólo un poco y seguimos, que hemos pasado por cosas peores y maratones hay muchos, durante todo el año. ¿Por qué no volver a pensar en Berlín?

Para 2018 sigo ilusionada con volver a disfrutar corriendo y recuperar el nivel del verano. ¡Que tengo la camiseta del club sin estrenar! Reconozco que cada vez me cuesta más pensar en objetivos y esforzarme por conseguirlos, pero hay algo dentro de mí que me dice que siga, que sigue recargando las pilas cuando se acaban. No sé si es la confianza en que puedo conseguirlo o las ganas por hacerlo. Quizá sea sólo la satisfacción que me produce correr, sin más, pero aquí sigo.

También me ilusionan las mejoras del pequeño grupo de Avilés que sigo entrenando, y aprender cada día con ellos. Cada uno con sus sueños, me hacen planificar con ganas los objetivos, como si de uno propio se tratara.

¡Feliz 2018! Nos vemos acumulando kilómetros por alguna parte.

Suscríbete