Uno de los principales problemas a la hora de cumplir con los entrenamientos es nuestro ritmo de vida, que hace que normalmente practicar ejercicio físico sea lo último en nuestra lista de tareas. Es normal por una parte, no os voy a decir que no, pero desde mi punto de vista, erróneo.
Cuidarnos a nosotros mismos tanto física como psicológicamente ayuda a llevar a cabo el resto de obligaciones con más ánimo y alegría. Seguro que a muchas de vosotras os ha pasado que llegáis de trabajar al borde de la extenuación, pero salís a correr, y al volver os encontráis estupendamente. Seguramente no hagáis vuestro mejor entrenamiento, pero sí habréis despejado la mente para terminar el día más animada y sobre todo, más tranquila.
La teoría es muy bonita, pero ¿cómo conseguimos cumplir con los entrenamientos cuando trabajamos a turnos, tenemos una familia a la que atender, etc? Difícil, no os voy a engañar, pero posible. Con una buena organización y cambiando nuestra lista de prioridades, podemos incluir el deporte en nuestra vida diaria de forma rutinaria. Algunas pistas para conseguirlo:
1. Si correr es para vosotras una forma de reducir el estrés, encontraros más descansadas y felices, ¿por qué es casi siempre lo último en la lista de tareas? Empezamos a planificar la semana pensando que salir a hacer deporte es obligatorio. Cuando lo hagáis durante varias semanas, formará parte de vuestra rutina y no os costará nada salir a correr.
2. Os aconsejo planificar la semana los domingos. Con el horario de trabajo y las actividades familiares en un papel, metemos los dos/tres días a la semana en los que vamos a salir y cuándo vamos a hacerlo (ser realistas con los objetivos).
3. ¡No valen excusas! (Entenderme excusas a no me apetece, casi no me da tiempo porque salí tarde, está lloviendo…).
4. Apliquemos la regla: mejor 10 minutos que nada. Si tenemos planificado salir, hay que salir. Es mucho más efectivo estirar durante 10 minutos que sentirnos mal por no hacer nada. Podemos además aprovechar los días en los que tenemos poco tiempo para hacer cosas que no hacemos el resto de días (como estirar o hacer abdominales).
5. No sentirse mal por dejar de hacer otras tareas. Esto va sobre todo para las madres. Tengo la sensación de que muchas os sentís mal al dejar a vuestros hijos por salir a correr. Yo no tengo niños y no puedo opinar al respecto, pero el otro día escuché una entrevista que Cristina Mitre hizo a Paula Radclife en la que le pregunta sobre esto, y Paula viene a decir que si no sales a correr estarás más tiempo con ellos, pero que si sales, posiblemente serás mejor madre porque estarás más activa y feliz. Comparto con vosotras la entrevista porque creo que os encantará.
Un beso, y mucho ánimo. Alba
Yo estoy muy de acuerdo contigo, Alba. Tengo días, cansada, en que salir del gimnasio e irme a correr me da una pereza horrible. Y al terminar me pregunto “¿cómo puedo encontrarme tan bien ahora?”. Muchas veces, nosotras mismas nos cargamos de obligaciones en cosas que podemos delegar en otras personas. Debemos acostumbrarnos a pensar que tenemos que encontrar tiempo para nosotras.
Lo que dice Paula es totalmente verdad. Yo tengo el genio vivo y entre el trabajo los niños, la casa… Son tantas cosas que a veces tengo que reconocer que llego tan cansada y frustrada que me doy una ducha y me voy a la habitación pero cuando mejor me encuentro es cuando salgo a hacer algo de ejercicio. Vuelvo contenta con fuerzas renovadas. Lo que aún no he conseguido es levantarme de la cama para entrenar por la mañana. Bueno todo no puede ser, verdad?
Es difícil organizarse pero no imposible
Muy difícil Sara, y yo admiro muchísimo a las mamis que pueden con todo. ¡Pero hay que intentarlo! Sacar un ratito para uno mismo es fundamental. ¡Un beso!