Publicado en Alimentación, General     25 de agosto de 2017

Con la alimentación no se juega

¡Hola a todas!

¿Qué tal? ¿Cómo van las vacaciones? ¡Las mías genial! He aprovechado para cuidarme mucho, entrenar y descansar, como lo hacía cuando era atleta al 100%, aunque sin tanta intensidad en los entrenamientos. Tenéis que perdonarme el haber dejado de lado este blog estas semanas, pero necesitaba un descanso para volver con ganas, y hablaros sobre un montón de temas que me han quedado pendientes. Aunque esta entrada va en un día raro, a partir de ahora volveré a publicar los lunes y jueves (espero que sin excepción). ¡Vamos con el tema!

Hace tiempo que quería hablaros sobre alimentación, un tema de gran importancia, no sólo en nuestro rendimiento deportivo, que en este caso es lo de menos, sino en nuestra salud. Cuando una persona quiere o debe adelgazar, se vuelve algo vulnerable. Hacer una dieta estricta es complicado y, cuanto más fácil nos lo pongan, más nos convencerán de que esa opción es la mejor. Pero ya os digo yo que adelgazar es difícil, sacrificado y requiere de mucha disciplina.

Por lo tanto, si alguien os ofrece el milagro del adelgazamiento, huir tan rápido como podáis, porque esa dieta no será la adecuada. ¿Y qué más pistas necesitamos? Aquí van las mías:

  1. Titulación: hay muchas personas que pueden aconsejarnos sobre qué comer o, mejor dicho, qué no comer. Yo misma en las charlas que doy sobre hábitos de vida saludable aconsejo comer frutas y verduras y no abusar de los dulces y grasas. Hasta ahí, hasta donde me permiten opinar mis escasos conocimientos. Todo lo demás, debe ser recomendado por un especialista en nutrición, al igual que un tratamiento debe ponerlo un médico y no el vecino que tiene el mismo dolor (de esto hablaremos otro día).
  2. Dieta personalizada: una cosa son consejos, que pueden ser comunes, y otra muy distinta una dieta para un plan de adelgazamiento. Y más aún si la causa por la que necesitamos perder peso es una enfermedad.
  3. Debe basarse en comida: me parece increíble que tenga que estar diciendo esto, pero lo recalco, porque últimamente no paran de ofrecerme botes sustitutivos de mis comidas, y no puedo con ello. Si hay que tomar suplementación porque necesitamos algún aporte extra (además de la comida) se toma, pero primero hay que comer de forma adecuada.

Ya veis, no parece tan complicado elegir a la persona adecuada. Un nutricionista titulado que haga una dieta para nosotros, basada en comida de verdad.

Invertir en alimentación es un seguro de vida y, por experiencia propia, os aseguro que lo que se “gasta” en los consejos del nutricionista, se ahorra en la compra. Porque, casualmente, la comida sana es bastante más barata que los productos precocinados y elaborados a los que muchas veces recurrimos.

NOTA: Si sois de Asturias, y queréis poneros en manos de alguien cualificado, os recomiendo Dietastur, la persona con la que yo trabajo. Si la enfermedad nos lo permite, tendrá mucho que ver en la obtención de mis objetivos esta temporada.

¡Que nadie juegue con vuestra salud!

Suscríbete