Publicado en General     24 de febrero de 2015

El mayor reto de mi vida

¿Qué es la suerte? Llevo toda mi vida escuchando eso de que “la suerte se busca”, pero cada día tengo más claro que no es así. Creo que todos tenemos que vivir lo mejor posible y buscar nuestra máxima felicidad en lo que tenemos, pero también estoy segura de que hay cosas que nos vienen dadas, y que no debemos intentar disfrutar de aquello que no está a nuestro alcance.

Empiezo así este escrito porque me apetece compartir con vosotros lo que siento estos días. Llevo una semana buscando una razón convincente que me explique la situación que estoy viviendo. ¿Por qué yo? Me pregunto. Pero mi gran amiga Paula, que desgraciadamente sabe mucho de malos momentos, me ha dicho: ¿Y por qué no tú? ¡Qué razón tienes Pau! Y como se dice en mi tierra: “esto ye lo que hay”, y con ello hay que seguir adelante.

Alba García

El pasado miércoles, en vistas de que mi problema reumático no mejoraba demasiado, fui a ver al Dr. Torre, un reumatólogo de Oviedo. Al ver mi estado, me dijo, sin absolutamente ninguna duda, que tenía una artritis, una enfermedad autoinmune, que además de no tener cura definitiva, es degenerativa.

Puede que a vosotros os resulte sorprendente, pero como yo llevo varias semanas pasándolo muy mal, con todas las articulaciones de mi cuerpo inflamadas, sin casi movilidad, y soportando muchísimo dolor, no me ha pillado tanto por sorpresa. El diagnóstico parecía probable, pero jamás te haces a la idea de algo así hasta que un especialista te lo confirma.

Al parecer, y para los que como yo jamás habíais oído hablar de las enfermedades autoinmunes, mi sistema inmunitario falla, y reconoce como externo algo de mi cuerpo, reaccionando contra él y dañándose a sí mismo. Aún no han puesto “apellido” al tipo de artritis, pero por los síntomas apunta a que sea una artritis reumatoide.

Siempre pensé que esta enfermedad era cosa de mayores, y desde luego, nunca creí que con ella se tendrían los síntomas que yo tengo. Llegó a impedirme algunos días valerme por mí misma, incluso llegando a necesitar ayuda para comer o vestirme. Ahora estoy bastante mejor, parece que el brote va disminuyendo poco a poco, pero aún me cuesta terminar un día con normalidad. El Dr. Torre me ha pedido varias pruebas para intentar encontrar el origen y empezar a tratarla cuanto antes como es debido.

Supongo que vosotros, al igual que hice yo, y después de leer todo esto, os preguntáis si una persona con artritis puede correr. Al parecer, estas enfermedades van por brotes. Cuantos más brotes se tengan, más riesgo hay de que se dañen las articulaciones. Pero con el tratamiento adecuado creen que en pocos meses estaré totalmente asintomática, y ya depende de mi cuerpo el tiempo que pueda seguir así. Hay gente que pasa años sin sufrir ningún brote.

Como ya os dije muchas veces, soy una persona optimista que siempre mira hacia delante con ilusión, y estoy convencida de que mi cuerpo reaccionará bien al tratamiento, y podré volver pronto a calzarme unas zapatillas para correr. Puede que no sea realista pensar así, puede que tenga que ponerme ya en lo peor, pero me niego. He dicho que lucharía hasta el final por conseguir mis sueños, y así lo haré.

Es curioso, porque tras esta noticia, y llevando tanto tiempo sin correr, podría decidir tirar la toalla. Pero durante estos meses he redescubierto cuánto me gusta mi trabajo, y tengo más claro que nunca lo que quiero y que lo voy a conseguir. Al menos pelearé por ello con uñas y dientes. Sólo falta que mi cuerpo esté de acuerdo, y que juntos podamos seguir por el mismo camino. ¡Sin duda me encuentro ante el mayor reto de mi vida!

Nunca me canso de daros las gracias por todo el apoyo y cariño que recibo de vosotros. Lo bueno de todo esto es que estoy comprobando que hay mucha gente que me quiere, y que tengo una familia y unos amigos que no tienen precio.

“Cuando la vida te da mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una para reír”.

¡Un besazo!

 

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