El sábado, durante la quedada de Valencia, una de las chicas me preguntó sobre el mejor momento para estirar e incluso si había que hacerlo o no. Como las mejores entradas son las que surgen de vuestras preguntas, he decidido daros mi opinión al respecto a través de un post.

En primer lugar, me gustaría dejar claro que sí, que hay que estirar, sin ningún tipo de discusión. Lo que sí que supone cierta duda es el momento en el que debemos hacerlo, porque creo que depende de varios factores, y no estoy segura de que todo el mundo los tenga claros. Además, creo también que es algo personal, y que cada corredor aprende, con el paso de los años, en qué momento debe realizar unos u otros ejercicios de flexibilidad.

Mi experiencia me dice que, antes de calentar, podemos estirar un poco pero, si el calentamiento comienza con un trote suave, no es necesario. Tras este calentamiento, yo sí estiro ligeramente y, sobre todo, hago algunos ejercicios dinámicos. Nunca estiro de forma “agresiva” si, tras el calentamiento, tengo que hacer series fuertes.

Al terminar siempre estiro, pero no siempre con la misma intensidad. Cuando el músculo está demasiado cargado, como tras una sesión de pesas o después de haber corrido 18km, no me gusta demasiado meterle “caña” estirando. Prefiero trotar un poquito antes de hacerlo y, si es necesario, dejar la sesión de flexibilidad más completa para la tarde o el día siguiente. Sería ideal tener un día a la semana para hacer solamente 10/16 minutos de trote y una sesión de estiramientos completa.

Lo que sí hago cuando estiro, que creo que no todo el mundo hace, es acompañar el movimiento con la respiración. Estirar no significa poner el pie encima de un banco, significa centrarnos en que nuestros músculos se recuperen del esfuerzo para comenzar el entrenamiento siguiente mucho más recuperados.

Que nadie os cuente que estirar es malo y que sin estirar nunca se lesiona, porque o es mentira, o probablemente no lo haga por otros motivos. Yo os aconsejo encontrar el mejor momento para hacer vuestra propia sesión de flexibilidad con los ejercicios que mejor os vayan (hay miles), y realizarlos de forma consciente y controlada.