¡Hola a todas!

Titulo esta entrada como una campaña publicitaria de una carrera para niños que se organizó paralelamente al maratón de Valencia. La idea es de mi amigo Fernando González Brevers, (diseñador del logo Yes we run) y no podría venir más acorde con lo que os voy a contar.

“Nuestros hijos aprenden por imitación”, dice la campaña. Y con este escrito, os voy a dar una nueva excusa para correr o hacer otro tipo de deporte.

Siempre he dicho que yo empecé a correr gracias a mi padre. Y no porque él me haya inculcado a conciencia esta afición, ni mucho menos. Se me convenció de que tenía que practicar algún deporte porque era necesario para mi salud, pero hasta que decidí empezar a correr había hecho patinaje, ballet, natación, baloncesto y tenis. Fue al verle a él disfrutar corriendo cuando yo misma le pedí que me apuntara a un club para entrenar.

El otro día, una de las chicas me escribió para decirme que su hijo dejaba el fútbol porque “quería correr como mamá”. Qué decisión tan difícil para un niño cuando en el deporte escolar correr no está de moda.

Yo no tengo hijos, pero mi sobrina me dice que corre como las Yes we run, y va al parque a que le “españemos” (decir España, España mientras pasa). También le gusta patinar como papá, o hacer surf como sus tíos. Todo por lo que ve, porque con tres años que tiene, no practica ningún deporte y nadie le ha dicho ni siquiera lo que es.

Es muy difícil convencer a un niño para que haga algo que nosotros no queremos hacer, y por el contrario, es muy sencillo que haga lo que no queremos si nosotros lo hacemos.

El deporte educa en cuanto a compañerismo, capacidad de sufrimiento, búsqueda de objetivos, sacrificio, ayuda a afrontar las dificultades, a convivir con el triunfo y el fracaso. Además, mejora la salud y hace que los niños compartan experiencias con sus compañeros. Sería ideal, por no decir obligatorio, que todos los niños practicaran algún deporte. Y si ese deporte lo hacen porque quieren, porque lo ven, y porque lo comparten con sus padres, ¿no es aún mejor?

Aquí tienes otra excusa para empezar. ¡Haz que tus hijos disfruten del deporte como tú!