¡Hola!

Escribo esta entrada con la sensación de cansancio y el dolor de piernas típico de un día tras un cross, pensando en la carrera y tras analizar durante todo el día lo que ha significado.

Reconozco que disfruto con esta sensación y empiezo diciendo que estoy feliz por haber vuelto a competir en un campeonato, y más aún por conseguir clasificarme para el campeonato de España de cross. No tanto por el puesto que espero hacer allí, sino porque me hacía mucha ilusión volver a correr un gran campeonato, y más si se celebra en casa. ¡Me muero de ganas porque llegue el 12 de marzo!

La mañana se presentaba fría y con condiciones muy adversas en Tineo. Creo que todos lo esperábamos, pero, como la esperanza es lo último que se pierde, yo confiaba en que cuando llegaran las carreras absolutas mejorara un poco el tiempo. ¡Vaya ilusa! Fue un día con todos los ingredientes: viento, barro, granizo, cuestas, curvas… un circuito diseñado para que no pudiéramos despistarnos ni un segundo.

En condiciones normales estaría dado palmas porque me encantan esos circuitos de “cross de verdad”, como yo digo, pero esta vez prefería que no fuera así. Estoy muy floja a nivel muscular y la enfermedad me hizo perder agilidad. Al ver el circuito me asusté un poco, pero como salía sin absolutamente ninguna presión, no le di muchas vueltas.

Lo mejor del día para mí fue coincidir en una competición de nuevo con Vero, mi compañera de entrenamientos, y poder vivirlo también junto a Paco, que tanto ha sufrido con nosotras. Las dos llevamos una temporada larga sin correr un cross, y estábamos muy contentas por estar en Tineo. Lo hemos pasado mal, pero por fin estamos las dos en el camino de vuelta, aunque somos conscientes de que nos queda mucho por recorrer.

Yo hice lo que pude, y creo que di lo que tenía, o lo que el circuito me dejó. Me quedé del grupo en un momento en el que la carrera pudo conmigo, y al final remonté para ser cuarta en la general. La sensación que, tanto yo como mis compañeras tuvimos durante la carrera, era de impotencia. Nadie era capaz de correr cómodo y al final todas peleamos casi más contra nosotras mismas que contra el resto.

Soy consciente de que me faltan carreras, entrenamientos y mucha confianza, pero estoy feliz por estar en el circuito de nuevo y pondré todo de mi parte para llegar a Gijón lo mejor que pueda. Este fin de semana, volvemos a ponernos los clavos. Esta vez para luchar porque Bikila vuelva al campeonato de España por equipos. Un cross corto, de 4km, que me vendrá genial para ir entrando en ritmos altos. ¡Allá vamos!