El otro día publiqué una entrada sobre lo que es Yes we run, cómo se había formado y cómo ha evolucionado con el tiempo. Pero lo que el grupo es para mí, difiere a veces de lo que es para las chicas. Incluso entre ellas la definición es diferente, porque a cada una le ha aportado una cosa distinta. Os dejo con una preciosa entrada escrita por Marta Recio, que refleja lo que ha sido para ella estar en el grupo y compartir duros momentos con chicas que no conocía y se han convertido en sus amigas. Recuerdo perfectamente el día que vino por primera vez, y siempre destaco de ella su sonrisa, aunque en ocasiones, nos ha costado sacársela. ¡Gracias Martita por tu escrito!

Todas las mañanas paso al lado, y no puedo evitar mirar de soslayo y que se me escape una pequeña sonrisa, y mis pensamientos se remueven recordándome la primera vez que acudí al parque a coger aire de verdad…de necesidad…de urgencia. Un lugar, zona de paso para algunos, vía de escape para otros…que no puede pasar imperceptible para nadie, un paraíso una salvación. Tal vez palpéis exageración en mis palabras, pero nada más lejos de la realidad.

Yo acudí al parque o me sentí obligada a ir gracias a mi amiga Paloma. La verdad es que aún no entiendo cómo no tiró la toalla y desistió de prestarme ayuda de algún tipo después de las veces que le repetí que no, o contesté con alguna frase borde de las mías. Pero para los que la conozcáis bien, otra cosa no… pero Paloma es tenaz y persistente en todo lo que hace, tal vez por eso siempre consigue lo que quiere, ¡gracias loca!!

Ella fue la que me habló del grupo: Marta…corren todos los sábados a las 10.30, lo leí en el periódico, me decía. A mí sus palabras me entraban igual que salían, ya sabéis…pero accedí a ir ese sábado, ¡bendito día!! Aunque no puedo decir que fue maravilloso. Llegamos antes, así que, nos pusimos a hacer un corre-camina hasta que llegaran las chicas. Yo no paraba de arrepentirme de haber ido en cada momento, de pensar en que qué bien hubiese estado en mi casa tirada en la cama y con la persiana bajada. Me encontraba fatal y triste, con ganas contenidas de llorar. Nos pusimos al lío y di las vueltas como pude, arrastrada por Paloma, y ahí estallé a llorar desconsoladamente, compadeciéndome de mí misma. Cuando estás mal entras en esa espiral, supongo que mi amiga también tenía un papelón.

Os divisamos a lo lejos en el quiosco y decidimos acercarnos. Palo con una amplia sonrisa de oreja a oreja y yo con mi cara de pedo aguantando la llantina. No fue ese día el que decidí quedarme, pero sí pensé que sólo me haríais bien, y repetí y me gustó, y volví y me encantó, y me encantasteis y me ilusionasteis. Y sobre todo me habéis dado una buena lección, la más importante… En esta vida, no hay barreras, no hay nada imposible. Las barreras las rompes tú…en esta vida…si quieres puedes, ¿verdad Luisi y Bego?

Mis yes we habéis hecho que recupere la ilusión, que vuelva a ser la Marta de antes, la que tanto reclamaban mis amigos, mi hermana Raquel y mi madre. Que me sienta capaz con todo lo que hago, que me quiera más… Y para quien tenga dudas, penas, tristezas, vaguitis… sólo deciros, probad, probad un día o ¡tal vez dos!! Nunca volverás como te fuiste, es el grupo, es el parque, es el deporte, es Alba García, la artífice de este grupo lleno de gente con buen rollo y ganas de divertirse. Gracias Alba, gracias Yes We, y ¡gracias Palomina!!