Cada temporada que termina, me gusta echar la vista atrás y analizar fríamente lo que hemos conseguido y dónde nos encontramos. Analizo los resultados, que nunca son del todo satisfactorios, pero también todo el trabajo realizado, que al fin y al cabo, es lo realmente importante, y lo que nos dará la base de cara a la temporada que viene. Mi entrenador, Paco Martinez Soliño, hace lo mismo por su cuenta, y en la reunión que tenemos antes de empezar de nuevo, compartimos opiniones para ver qué podemos mejorar y qué hay que mantener.

Esta temporada teníamos tres objetivos muy claros: no lesionarme, hacer un buen campeonato de España de cross, y hacer la mínima para el europeo de Zurich, luchando por una plaza para estar allí.

El primero, el más importante, y del que más orgullosos estamos, lo hemos cumplido con creces. Desde 2005, nunca había estado más de un año entero entrenando, y ya sumo 19 meses seguidos, lo que nos ha permitido hacer una buena base de kilómetros, pero también correr a ritmos altos, a los que hacía mucho tiempo que no corría.

En cuanto a los otros dos objetivos, los de resultado, la semana pasada, tenía la sensación de no haber conseguido ninguno. Es curioso que esa sensación es la que he tenido durante casi toda la temporada. El bronce de padrón me supo a poco en su día, del europeo de cross sólo recordaba la mala carrera que hice a nivel individual, y de la pista me quedaba con que no estaré en Zurich y con que en Alcobendas corrí fatal. De Mérida ya ni hablo porque fue el desastre del año.

Creo que esta temporada, que la catalogo como “rara”, he gastado demasiado tiempo en pensar en los errores puntuales y no en las soluciones. Me considero una persona positiva, por eso esa sensación era rara en mí. Hoy, desde la objetividad que me han dado las vacaciones, veo la temporada desde una perspectiva diferente, y para mí mucho más real.

Empecé siendo campeona de España de 10km en ruta. Nunca había ganado una medalla en un nacional absoluto, y este año gané dos, ya que unos meses más tarde, fui bronce en ese mismo campeonato. Además de las medallas, batí dos veces mi marca personal de la distancia.

Es verdad que el objetivo del cross no lo hemos conseguido, pero de regalo me llevo el haber estado en un campeonato de Europa, objetivo por el que habíamos peleado tres años, y que nunca habíamos conseguido. Allí corrí fatal, cierto, pero me vine con la primera medalla internacional de mi vida, viviendo la increíble experiencia de subirme a un pódium representando a mi país.

Y respecto al tercero, tengo que ser sincera conmigo misma, y decir que lo hemos conseguido. Cuando Paco y yo planteamos el objetivo de Zurich, la mínima en el 10.000m.l. era 33’30” (aún no habían salido las mínimas rfea). El objetivo era hacerla y pelear por la plaza. Hice 33’20”, marca personal, y me gané la plaza para correr la Copa de Europa en busca del europeo. Allí no salió bien la carrera. Las condiciones eran pésimas, pero yo luché lo que pude hasta cruzar la meta. Además, mis rivales españolas han demostrado estar mejor que yo, y frente a eso, no puedo hacer más que felicitarlas y por supuesto, desearles mucha suerte en la carrera de Zurich. De la copa me traje también la segunda medalla europea del año. Estar en Zurich era con lo que soñaba día tras día, pero el objetivo era ser competitiva y pelearlo, y eso está más que conseguido.

Sé que tuve nivel para mejorar mi mejor puesto en el campeonato de España de cross, para hacer menos de 33’ en el 10.000m.l., e incluso para haber luchado por una medalla en Alcobendas. Pero el movimiento se demuestra corriendo y en la pista. Ahora ya no es momento para pensar en lo que pudo ser. Es momento de descansar, analizar y mejorar. Aunque soy positiva, también soy ambiciosa, incorformista y cabezota. Eso, en ocasiones, me ha hecho ver las cosas por el lado malo, pero también seguir aquí a pesar de todo lo que he sufrido. Sólo queda seguir trabajando duro.

El atletismo es un deporte individual, pero yo tengo la sensación de que siempre trabajamos en equipo. Tengo la suerte de estar rodeada de muy buenos profesionales, pero además grandísimas personas, que se involucran en mis objetivos tanto como yo. Aprovecho que esta temporada se acaba, para agradecer a todos los que este año han estado a mi lado, confiando en mí en los momentos duros y disfrutando conmigo de los buenos. Gracias al Soliñov team (Paco y Vero), es un orgullo pertenecer a este equipo y espero estar muchos años trabajando y disfrutando a vuestro lado. Gracias a Esteban, porque aguantarme a diario tiene tela jeje, a Rosalía Meana, a Fernando García-Herrero y Roberto Díaz, a Adrián Vegega, a mi familia y amigos, a la Chupipandi avilesina,  a mis Yes, we run!, a mi club Bikila y mis patrocinadores Nike, Plata Servicios y Nutrifrog. Con vosotros, todo ha sido más fácil y divertido.

GRACIAS en mayúsculas a ti Toni, por cuidarme tanto y darme sabios consejos que nunca olvidaré. Allá donde estés, sabes que todo lo que consiga también es mérito tuyo, porque tu confianza en mí ha hecho que siga adelante en los peores momentos.

Y gracias a todos vosotros por seguir mis pasos.

¡Un beso!