Si la crónica del maratón de Elena González era para mí la entrada más especial del blog, esta es la que nunca creí que iba a hacer. Pero es que estas mujeres hacen conmigo lo que quieren, y me convencen de todo. Supongo que es el precio que debo pagar por convencerlas para disfrutar de dar vueltas a un parque.

Lo bueno de llevar un grupo de tanta gente a la que en un principio sólo le une el deporte, es que cada una te aporta cosas diferentes. Y entre todas esas cosas están los cuidados de la piel. Siempre fui bastante desastre con este tema. Soy la típica que un día decide cuidar su piel, va a la tienda a pedir “lo que me haga falta” para ello, y lo usa de forma continuada una semana. Pero las chicas expertas en esto siempre me están recordando que por ser deportista debo cuidarme más que el resto. Me hablan de protección solar también en invierno, cremas para después de correr, maquillaje…

Tanto me han repetido que debo cuidarme, que el otro día me convencieron para ir a ver a una consultora de belleza. Me parecía toda una aventurilla, pero a la vez me daba algo de vergüenza que viera que mis cuidados se limitaban a lavarme la cara con un gel y ponerme crema de vez en cuando.

Quedé con una de las chicas y fuimos a una casa donde nos esperaba Margarita, la consultora de belleza. Tenía un montón de productos en la mesa de la marca Mary Kay. Y una sorpresa, nos había hecho galletitas vestidas de Yes We Run con unos pintalabios. ¡Vaya detallazo!

Tras explicarnos un poco la historia de la marca y de su creadora, pasamos a la clase. Daba gusto escucharla y ver cómo explicaba todo.

Paso 1: Limpieza de la cara. Margarita nos dijo que la limpieza de la cara era un paso fundamental para ponerse cualquier producto. Pero no vale limpiarse con cualquier jabón. Me dio a probar un gel que olía genial. Era como una espuma muy suave con un poco de exfoliante que daba gusto ponerse en la cara. Me dejó la piel genial, con sensación como de frescor.

Paso 2: Un sérum muy suave con una textura fina que protege de los rayos UVA y relaja las líneas de expresión, algo que a los deportistas nos viene genial. Estamos expuestos al sol a diario y el esfuerzo hace que las líneas de expresión se acentúen y se sumen a las típicas de la edad.

Paso 3: Crema hidratante libre de aceites que puede usarse de día y de noche. Odio las cremas aceitosas y untuosas, pero esta era tan suave que incluso con el sérum ya puesto no te enterabas que la llevabas.

El resultado fue que mi piel estaba suave, pero que además yo la sentía fresca y limpia.

Tras esto, Margarita me propuso ponerme un poco de maquillaje. Era como una espuma y también que se echaba muy fácil. Un poco de colorete, brillo de labios y… ¡A correr! Y nunca mejor dicho, porque el maquillaje de Mary Kay es transpirable y puede usarse perfectamente para hacer deporte (sí, no me cuido mucho la piel, pero me maquillo para correr, jaja).

La conclusión fue que Margarita me convenció para cuidarme la piel y me enseñó a hacerlo con los pasos y productos adecuados. Además son fáciles de usar y muy agradables en la piel. Os recomiendo que las que sois perezosas y pasotas como yo probéis una clase como esta. Os aseguro que os convencerá y notaréis el resultado. Os paso su contacto y un mensaje que nos ha dejado por si a alguien le apetece ir. Aprovecho para darle las gracias por haberme atendido tan bien y haberme enseñado tantas cosas. ¡A cuidarse la piel chicas!