¡Hola a todas!

Hoy os traigo al blog una recomendación que creo que os va a gustar. Siempre quise aconsejaros desde aquí hacer un reconocimiento médico con prueba de esfuerzo, pero nunca supe realmente en lo que consistía de cara a un atleta popular, y tampoco darle la importancia que le correspondía. Las pruebas de esfuerzo que yo hago van destinadas a obtener el máximo rendimiento deportivo y son a niveles muy altos, por lo que siempre interpreté que en vuestro caso, una prueba de ese tipo no era necesaria.

Pero sí que sabía que había otros parámetros que son importantes para cualquier corredor, así que la semana pasada fui con mi madre y mi prima a Previtalia Médica, para ver lo que el Dr. Julio Casares les aconsejaba hacer como corredoras habituales que son.

El reconocimiento médico comenzó con un electrocardiograma, seguido de una ecografía del corazón con toma de la tensión arterial. Con esto, el doctor analiza el funcionamiento de nuestro corazón por si tuviera algún fallo que nos impidiera la práctica deportiva, o simplemente por si hubiera que prestar atención en el futuro a algo. Como veis, mis conocimientos de medicina dejan mucho que desear, pero os lo explico con mis palabras, que es como mejor se entiende. Si queréis información más detallada, podéis entrar en este enlace.

Tras esto, nos propuso elegir entre dos tipos de prueba de esfuerzo: la que os comentaba anteriormente que hago yo, y otra que únicamente mira el funcionamiento del corazón según van subiendo las pulsaciones, a medida que aumenta la fatiga.

Para ellas, así como para cualquier persona que no entrena a unos tiempos determinados con un plan personalizado, es más que suficiente la segunda, así que nos decantamos por esa opción. La prueba se empieza caminando, y la cinta va subiendo el ritmo y la pendiente hasta tener que correr. Cuando el atleta decide parar por acumulación de fatiga, o cuando el doctor obtiene todos los datos que necesita, la prueba se para. Es fácil, rápida (dura sobre una hora todo el reconocimiento), y de gran ayuda.

Si todo va bien, el doctor aconseja repetirlo al cabo de tres o cuatro años. Si hubiera alguna anomalía, él mismo nos aconseja volver en el tiempo que considere oportuno.

¿Qué os parece? ¿Os habéis hecho algún reconocimiento de este tipo? Desde mi punto de vista, invertir en nuestra salud es importante, y aunque creamos que por correr estamos muy sanos, nunca está de más hacer este tipo de pruebas y enfrentarnos así a nuestro plan de entrenamiento sabiendo que estamos completamente sanos.

¡Un beso!