El viernes os hablé del descanso entre series,que llamamos recuperación porque nos hace recuperarnos para pasar a la siguiente. Y hoy, me gustaría hablaros de otro descanso, que significa lo mismo, pero que no siempre interpretamos como tal y que tanto nos cuesta cumplir: el descanso entre entrenamientos.

¿Para qué sirve? ¿No es mejor entrenar más que descansar? Pues la respuesta es que no. El descanso sirve para recuperarnos de los entrenamientos y poder hacer otro cuando estemos listos, al igual que hacemos entre series. Pero sin descanso, sólo acumularemos fatiga, y el cuerpo no se adaptará al entrenamiento. Cada persona, en función de su trabajo, su edad, y su condición física (porque a mejor forma, más rápido se recupera), así como de la intensidad y tipo de trabajo, se recupera de un entrenamiento con una rapidez distinta.

Entonces, la frase correcta para hablar de entrenamiento sería: cuanto más trabajo podemos asimilar, mejor forma física alcanzaremos. Lo que significa entrenar bien, no más cantidad.

Veo a muchos atletas populares acumulando kilómetros como hacen los profesionales, y diciendo que cuantos más mejor, y desde mi punto de vista es un grave error. Es cierto que a corto plazo mejoran, pero os aseguro que a la larga ese trabajo se paga. Primero porque el riesgo de lesión es muy alto, y segundo porque la acumulación de fatiga en el tiempo hace que el cuerpo no mejore ante el estímulo del entrenamiento.

Y cuando hablo de atletas populares no me estoy refiriendo al nivel, ni mucho menos. Me refiero a personas para las que correr es un hobby, y soportan jornadas laborales de ocho horas, cosa que los deportistas profesionales no hacen (por lo que recuperan descansando). Creo que el 99% de las lectoras de este blog está dentro de este sector, y por eso me gustaría que reflexionarais sobre si descansáis lo suficiente como para asimilar vuestros entrenamientos.

Y con esto no os quiero a todas en el sofá, ¿eh? Sólo se trata de organizar el trabajo sin olvidarnos del descanso que nos hace asimilarlo, porque un entrenamiento no asimilado, sólo nos hace mal. Y también tratar de no agobiarse cuando un día llegáis a casa cansadas, con ganas de meteros en la cama, y os sentís mal por no salir a correr. Seguramente en ese momento, el sofá sea la mejor opción para mejorar vuestro rendimiento en la siguiente carrera.

¡Un beso!