Siempre que hacemos un entrenamiento de series, tenemos que recuperar un tiempo determinado, bien sea caminando, parado completamente o al trote. Pero, ¿para qué sirve ese tiempo de descanso? ¿Debo respetarlo?

Pues la respuesta es que sí, se debe respetar siempre, porque es tan importante como el número de repeticiones o la distancia de las series, y sirve para dar al entrenamiento el carácter que el entrenador busca con dicho trabajo.

Por ejemplo, si yo quiero que un atleta trabaje el ritmo de competición para una media maratón, pondré series largas, con poca recuperación (o incluso con trote suave). Si lo que quiero es un ritmo algo superior, puedo mantener la distancia, pero tendré que aumentar la recuperación para que el atleta pueda cumplir con el plan.

Digamos que es un factor más con el que “jugar” a la hora de planificar un entrenamiento, pero que siempre debe ser respetado por el atleta, para conseguir el objetivo del mismo.

Cuando aprendemos a correr por sensaciones y escuchar a nuestro cuerpo, nos resulta más fácil saber el ritmo al que tenemos que ir cuando vemos un entrenamiento. También estar en forma y hacer varios días de series nos facilita el regularnos, porque como en todo, la experiencia es un grado.

Así que si eres de las que dice: “¿Qué más da un minuto que un minuto y medio?”, empieza a replantearte que lo que debes cambiar es el ritmo de las series, pero nunca la recuperación propuesta.

¿Cuántas hay de esas por aquí?