Una de las principales preguntas que me hacéis cuando preparáis un objetivo es: ¿Qué debo hacer la semana previa? ¿Qué comer, qué entrenar, que descansar? Todo eso depende de muchos factores como la carrera que vayamos a correr, lo cansados que nos encontremos, y también lo habituados al entrenamiento que solamos estar. Sobre todo esto os hablaré muy pronto porque me parece importantísimo, pero con este escrito me gustaría aconsejaros acerca de “el después” de un objetivo, porque es otro punto donde también estáis muy perdidos, pero al que casi nunca le dais importancia. 

Cuando preparamos un objetivo a conciencia, me da igual el nivel que sea, solemos poner mucho empeño y dedicación en el mismo. E independientemente de la prueba, supone pasar por nervios y tensión los días previos. Al finalizar, salga bien o salga mal, siempre sufrimos un pequeño bajón, que nos hace que el cuerpo se relaje. Y esto, hay que recuperarlo.

Es cierto que si el objetivo nos sale bien, la motivación nos ayudará a continuar entrenando con intensidad, pero esto no hará más que empeorar, a la larga, nuestra forma física. Todo entrenamiento debe ser asimilado, y todo objetivo, por así decirlo, descansado. Esto nos ayudará a prepararnos para el siguiente de la forma más óptima posible.

Dicho esto, ¿qué hay que hacer? Pues principalmente hay que DESCANSAR. Pero descansar no significa tirarse en el sofá sin hacer nada durante 15 días. Descansar significa salir algún día a trotar suave, hacer bici, elíptica, abdominales, algo de gimnasio… y demás trabajos alternativos que nos ayuden a no perder del todo la forma, pero nos alejen de los compromisos con el entrenamiento. Sobre todo, consiste en hacer “lo que nos de la gana” durante una o dos semanas.

Qué fácil parece, ¿verdad? Pues el 90% de los atletas populares que conozco, son incapaces de hacerlo. Y esto se produce, sobre todo, porque antes de participar en una carrera, ya están inscritos en la siguiente. Y además, suelen tener fobia a perder la forma.

Hay cientos de carreras al año en cada comunidad autónoma, y queremos correrlas todas. Me parece bien que se corran como entrenamiento, pero si una se hace de forma más seria (repito, independientemente del nivel), hay que recuperarse física y mentalmente antes de afrontar el siguiente objetivo. La mayoría de las chicas que siguen los planes del blog, por ejemplo, corren un 10 km y ya piensan en repetir el plan para correr el siguiente del calendario. ¿Por qué no nos recuperamos de la meta conseguida, descansamos y empezamos sólo a PENSAR en el siguiente para mejorar marca? Seguro que además, hay cosas a corregir, incluso en el plan de entrenamiento, que nos ayudarán a evolucionar.

Ya sabéis que siempre intento hacer uso de mi experiencia como atleta, tanto en el grupo como en este blog, porque creo que hay infinidad de cosas que hacemos los profesionales que son aplicables al corredor popular, y que desde mi punto de vista, deben ser sagradas. Y una de ellas es el periodo de recuperación del que os hablo. ¿Qué os parece? ¿Lo cumplís?

Un beso,

Alba