¡Hola!

El trabajo abdominal es fundamental para los corredores porque favorece la corrección postural y evita lesiones. Corriendo cargamos mucho la zona lumbar y una pared abdominal fuerte nos compensa el trabajo. Además, mejoramos también el rendimiento, ya que favorece la amplitud de zancada.

Y ya que estamos, hablamos también de la parte estética. ¿A quién no le gusta tener un abdomen plano? Es cierto que para ello hay que reducir la grasa con ejercicio aeróbico, pero trabajando los músculos de la zona, también ayudamos al cuerpo a quemar más calorías, porque un músculo fuerte, quema más que uno sin trabajar, aunque los dos estén en reposo.

Así que no hay excusas para no trabajar los abdominales. Os propongo tres ejercicios que para mí son imprescindibles en un corredor. No es necesario hacer siempre los mismos, pero debemos intercalarlos de vez en cuando en las rutinas de abdominales más “básicos“.

En los tres, el lumbar debe permanecer pegado al suelo. En cuando notemos que se despega, el ejercicio está mal hecho.

Ejercicio 1: Debemos mantener los pies paralelos al suelo, como si lleváramos una bandeja con cosas que no se nos pueden caer, y levantar la pelvis hacia arriba.

Ejercicio 2: Se trata de encoger y estirar las piernas juntas, lo más pegadas al suelo posible (sin despegar el lumbar).

Ejercicio 3: Con este ejercicio trabajamos además la técnica de carrera. Es un skipping abdominales. Hay que prestar atención a la posición de los pies, que deben estar en 90 grados.

Los ejercicios abdominales deben estar siempre acompañados de una buena respiración. Inspiramos en posición de descanso, y echamos el aire muy poco a poco de la que trabajamos. Además, la vuelta a la posición de descanso se debe hacer muy despacio, para que también trabaje el abdominal.

Sobre la colocación de los brazos, la profesora de pilates Nidia Diaz me enseñó una forma de ponerlos que me encanta. Entrelazo las manos de forma que hagan como de cesta, donde se pone la cabeza. La cabeza queda apoyada en ellos, teniendo en cuenta que la “cesta” es la que la sujeta, sin empujarla. El cuello debe estar relajado, sin tensión.