¡Hola!

Se acerca la vuelta al cole, y con ello llega la rutina y ganas de cuidarse, así como los arrepentimientos post verano. “¡El lunes se acabó!”, “mañana me pongo”… son de las frases catastróficas más escuchadas en esta época. 

Y siento recordaros que, por mucho que os empeñéis, las “radicalidades” no funcionan. Si de verdad queréis cambiar vuestra vida, y empezar este curso, lo mejor que podéis hacer es proponeros a vosotras mismas una rutina de deporte y alimentación adecuada a vuestro estilo de vida. Algo que podáis llevar a cabo sin demasiadas dificultades. Porque llevar una vida saludable favorece hasta nuestro estado de ánimo. ¿Queréis que os recuerde algunos de sus beneficios? Aquí van, para las que aún o lo tienen claro:

1. Fortalece el corazón, los músculos y los huesos.
2. Controla el nivel de azúcar en la sangre, la grasa y el colesterol.
3. Controla la presión arterial.
4. Aumenta la flexibilidad, movilidad y resistencia.
5. Ayuda a disminuir la fatiga y el dolor.
6. Reduce el estrés y la tensión.
7. Mejora la calidad del sueño.
8. Mejora la salud y bienestar general.
9. Aumenta la autoestima.
10. Conoces gente nueva.
11. Ayuda a pensar en los problemas con mayor claridad.
12. Aporta diversión.
13. Se hacen grandes amigos y fomenta las relaciones sociales.

Y para conseguir todo esto, no vale con poner cuatro fotos bonitas en Instagram o apuntarse al gimnasio. Lo que hay que hacer es sacar tiempo de debajo de las piedras (la foto es un segundo, pero el entrenamiento es mucho más) para compatibilizar el trabajo, la familia, el deporte y llevar una dieta equilibrada. ¡Ahí es nada! Complicado pero posible.

¡Empezamos con el propósito! Y en el próximo post os recomendaré alguna pauta a seguir para poder llevarlo a cabo.

¡A por ello!