Muchas de vosotras me preguntáis qué son y para qué sirven los entrenamientos de series, y aunque ya os respondí en parte en el diccionario runner, voy a ver si con esta entrada puedo explicarme un poco mejor.

Cuando la gente empieza a correr, suele trotar durante un tiempo determinado e ir aumentando el ritmo o la distancia a medida que pasan las semanas. Supuestamente, esto serviría para correr carreras de 10 km e incluso medio maratones. ¡Y así es! Si corres la distancia o tiempo adecuado, podrás competir en estas pruebas sin ningún problema.

¿Y si quieres mejorar?

Si sólo trotas, llegará un momento en el que no mejorarás porque habrás acostumbrado a tu cuerpo a un ritmo máximo del que sólo saldrá si entrenas a ritmos superiores. Hay una frase muy conocida entre los atletas que dice algo así como: “entrenamientos lentos hacen corredores lentos”. Y este es más o menos el razonamiento del por qué se deben hacer series.

Las series consisten en dividir la distancia que queramos correr en tramos más cortos, dependiendo del ritmo al que queramos trabajar. Por ejemplo: si yo quiero que corráis 8 km para preparar un 10.000, puedo fraccionarlo en intervalos de 1000, 2000, 4000… o incluso combinarlos. Con eso consigo que vayáis más rápido que si os los mandara todos seguidos,  gracias a la recuperación que pongo entre ellos. Las recuperaciones, de hecho, también van diseñadas en función de la intensidad que busque. Un poco lío, ¿verdad? Pero es sólo al principio, porque una vez que comienzas a hacer series y te metes en la dinámica de las mismas, llegan a ser sencillas. Es un entrenamiento divertido, en el que se puede jugar mucho con las intensidades y además, muy efectivo.

¿A quién no le gusta hacer series?

Aprovecho para recordar nuestro cambio de día en los entrenamientos de Avilés. ¡Nos vemos el domingo!